domingo, 4 de noviembre de 2007

Crecer espiritualmente en el camino correcto

CUALIDADES DE UN AUTÉNTICO CREYENTE EN CRISTO

El Crecimiento del Creyente
“Desead, como niños recién nacidos, la leche espiritual no adulterada, para que por ella crezcáis para salvación”.
1 Pedro 2:2
El nacimiento es nuestra introducción a la vida y la vida es la invitación de Dios para que crezcamos. El crecimiento es la expresión natural de la vida; donde hay vida, crecimiento hay.

El crecimiento del creyente en Cristo está gobernado por algunos principios básicos, entre otros:

• Crecemos desde adentro.
• Crecemos de un modo balanceado.
• Crecemos mediante nutrición, ejercicios y limpieza.
• Crecemos en atmósfera de amor.
• Crecemos a una imagen predeterminada: Parecernos a Jesucristo.
• Crecemos para glorificar a Dios en carácter y conducta.

Antes de que consideremos estos principios de crecimiento espiritual en detalle, es menester responder: ¿Por qué nosotros, como hijos de Dios, queremos crecer espiritualmente? ¿Qué motivos nos obligan a crecer espiritualmente?

EXPRESAR VIDA

La primera respuesta es porque el crecimiento es la expresión normal de la vida. El crecimiento espiritual es inherente a la vida espiritual. Si verdaderamente hemos nacido de nuevo, entonces la nueva vida dentro de nosotros tiene que expresarse a sí misma y transformar lo que somos y hacemos.

Si eres hijo de Dios, entonces tú eres participante de la naturaleza divina (2 Pedro 1:4); y esta es una razón más que suficiente para tu crecimiento. “Por esto mismo” (2 Pedro 1:5)—por cuanto posees la naturaleza divina—has de “añadir a tu fe virtud; a la virtud, conocimiento; al conocimiento, dominio propio; al dominio propio, paciencia; a la paciencia, piedad; a la piedad, afecto fraternal; y al afecto fraternal, amor” (2 Pedro 1:5-7).

En Su Parábola del Sembrador (Mateo 13:1-9, 18-23), Jesús describe cuatro tipos de suelos que representan cuatro diferentes tipos de corazones y sus respuestas a la semilla que la Palabra de Dios es. El primer corazón es demasiado duro; por lo tanto, no puede recibir la semilla. El segundo corazón es demasiado frívolo, sin carácter, de modo que la semilla no puede echar raíces en él. El tercer corazón está demasiado lleno, no hay espacio allí para que la planta pueda crecer y dé fruto. El cuarto corazón representa a la persona que de verdad ha nacido de nuevo, lo cual se prueba al llevar “fruto en toda buena obra” (Colosenses 1:10).

Oír la Palabra de Dios simplemente no es evidencia alguna de salvación. Sólo cuando recibimos la Palabra, la cultivamos y producimos fruto es que comprobamos que hemos nacido dentro de la Familia de Dios. Y, debido a que el fruto tiene en sí mismo la semilla para obtener más frutos, hay una constante y creciente cosecha de la gloria de Dios. Jesús la describe como “fruto… más fruto… mucho fruto” (Juan 15:1-8).

LLEVAR ALEGRÍA AL PADRE

Un segundo motivo para crecer espiritualmente es que podamos llevar alegría al Padre. Padres y abuelos se deleitan al ver madurar a sus hijos y nietos, y nuestro Padre que está en el cielo se regocija al ver que Sus hijos se hacen más y más parecidos a Su Hijo amado. Pablo declaró: “Por lo demás, hermanos, os rogamos y exhortamos en el Señor Jesús, que de la manera que aprendisteis de nosotros cómo os conviene conduciros y agradar a Dios, así abundéis más y más” (1 Tesalonicenses 4:1). Complacer a Dios es glorificar a Dios y glorificar a Dios es el máximo privilegio en la tierra.

Tu Padre en el cielo no es pasivo ni indiferente en Su relación contigo. Él activa y amorosamente desea que tú seas “hecho conforme a la imagen de su Hijo” (Romanos 8:29). Él se regocija por cada victoria que tú experimentas, Él siente cada prueba que tú sufres y Él observa cada paso de crecimiento que tú das a través de Su poder: “Por Jehová son ordenados los pasos del hombre, y él aprueba su camino” (Salmos 37:23). ¡Cuán maravilloso es que el Dios eterno se deleite en ti cuando tú aprendes a andar así como al Él le place que andes!

¡Qué desafortunado que somos cuando nuestra relación con el Padre es fría y mecánica y nos volvemos como el hermano mayor del hijo pródigo! Acatamos

las reglas, hacemos el trabajo y servimos al Padre; pero carecemos de la relación amorosa con el Padre, esa que a Él le proporciona alegría (véase Lucas 15:25-32). El hijo que abandonó el hogar ocasionó gran tristeza al padre, pero el hijo que se quedó en el hogar hirió el corazón de su padre igual que si hubiera abandonado el hogar también. Tal como el profeta Jonás, el hijo mayor hizo la voluntad del padre pero no deleitó el corazón del padre (Jonás 4).

Cuando crecemos en la vida espiritual, esto es lo que nuestro Señor quiere que disfrutemos:


“El que me ama,
mi palabra guardará;
y mi Padre le amará,
y vendremos a él,
y haremos morada con él”
(Juan 14:23).

“Jehová está en medio de ti, poderoso,
Él salvará;
Él se gozará sobre ti con alegría;
Él callará de amor;
Él se regocijará sobre ti con cánticos”
(Sofonías 3:17).

CUMPLIR LOS PROPÓSITOS DE DIOS

Queremos crecer espiritualmente porque en el crecimiento, podemos cumplir los propósitos para los cuales Dios nos salvó: “Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas” (Efesios 2:10).

La palabra griega que traduce “hechura” es poeima; ésta significa “algo hecho” y nos da también la palabra española poema. El cristiano que se jacta en decir “Yo soy una persona que he llegado donde estoy por mi propio esfuerzo”, no entiende este principio básico: Dios debe trabajar EN NOSOTROS antes de que Él PUEDA TRABAJAR A TRAVÉS DE NOSOTROS. Él debe prepararnos para lo que Él ha preparado para nosotros.

Una de las pocas ventajas de ser un “santo veterano” es el privilegio de poder voltearse para ver cómo Dios le ha preparado y guiado durante su tiempo de peregrinaje en Cristo. El Dr. A. T. Pierson decía, “la Historia es Su historia”; y estaba en lo cierto. Dios debe trabajar en nosotros antes de que Él pueda trabajar a través de nosotros, y Él trabaja en nosotros cuando “crecemos en la gracia y el conocimiento de nuestro Señor y Salvador Jesucristo” (2 Pedro 3:18).

El saber que mi Padre en el cielo está en control de las circunstancias, trae gran confianza y paz a mi corazón; y si estoy rendido a Él y creciendo, Jehová *****plirá su propósito en mí” (Salmos 138:8). Los creyentes maduros siempre tienen un lugar de servicio preparado para ellos; por lo tanto, no tienen que promoverse a sí mismos ni usar maniobras políticas para abrir las puertas a través de las cuales Dios quiere que caminen. Su garantía está en Apocalipsis 3.8: “He aquí, he puesto delante de ti una puerta abierta, la cual nadie puede cerrar”.

VIVIR PARA ÉL
Buscamos crecer espiritualmente de modo que la gracia de Dios en nuestras vidas no se despilfarre: “Así, pues, nosotros, como colaboradores suyos os exhortamos también a que no recibáis en vano la gracia de Dios” (2 Corintios 6:1).

Dios ha pagado un alto precio para que Su gracia esté disponible para nosotros. De modo, pues, que andar deliberadamente por nuestros propios caminos y vivir sólo para complacernos es recibir Su gracia en vano. Así, ponemos una etiqueta en la Cruz con un precio más barato y afligimos al Espíritu Santo que vive dentro de nosotros. Cristo murió nuestra muerte para que podamos vivir Su vida para Él y Él hace la gracia disponible para nosotros de modo que podamos vivir efectivamente para Su gloria.

Con una salud endeble y al *****plir 52 años, el misionero C. T. Studd fue entrevistado por un joven reportero para su diario. Éste le preguntó por qué iba a abandonar a su esposa, familia y país para irse a África, donde, según los médicos, probablemente moriría. “¿Qué?” Le espetó Studd. “¿Alguien le ha hablado esta noche sobre el sacrificio del Señor Jesucristo? Si Jesucristo, siendo Dios, murió por mí, entonces ningún sacrificio que yo haga por Él puede ser demasiado grande para mí”. Obviamente, la gracia de Dios no se despilfarró en C. T. Studd.

Un buen amigo de David le preguntó sobre qué iba a ser su hijo una vez se graduara en la universidad. David, tajante, le respondió, “Un adulto”. Este padre estuvo vertiendo sus recursos sobre su hijo, pero éste era tan sólo un estudiante, “muriéndose por el grado, por las notas”. La educación para este joven no era preparación para servir; era simplemente un atajo para escaparse de sus responsabilidades en la vida. Pareciera que lo que el padre le estaba dando era en vano porque el hijo no tenía intención alguna de conseguir un empleo y convertirse en un ciudadano útil. De esta manera, el padre lo que obtuvo fue un hijo agradecido, “¡NADA MÁS!”.

OBEDECER LOS MANDAMIENTOS DE DIOS
Una cosa más debe motivarnos: el deseo de obedecer los mandamientos de Dios.

El Nuevo Testamento está lleno de admoniciones que se refieren directamente a nuestro crecimiento y madurez espirituales. Jesús dice, “Sed, pues, vosotros perfectos, como vuestro Padre que está en los cielos es perfecto” (Mateo 5:48). Entre las últimas palabras escritas por Pedro, están: “Creced en la gracia y el conocimiento de nuestro Señor y Salvador Jesucristo” (2 Pedro 3:18). Pablo escribió muchas admoniciones prácticas, tales como: “Poned la mira en las cosas de arriba, no en las de la tierra” (Colosenses 3:2); “mas tú, oh hombre de Dios, huye de estas cosas, y sigue la justicia, la piedad, la fe, el amor, la paciencia, la mansedumbre” (1 Timoteo 6:11); y “sed, pues, imitadores de Dios como hijos amados” (Efesios 5:1).

Si estamos satisfechos con “la vida de siempre”, podemos ignorar estos mandamientos o arrojarlos lejos; pero si mucho queremos a Dios en nuestras vidas, buscaremos obedecerlos. Así, y sólo así, descubriremos la gloriosa libertad que proviene del *****plir la voluntad de Dios.

Pronto revisaremos los principios del crecimiento espiritual y estudiaremos su aplicación en nuestra vida cotidiana.

¡Cristo esté en vosotros!

“Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco,
y me siguen, y yo les doy vida eterna;
y no perecerán jamás, ni nadie las arrebatará de mi mano”

Juan 10: 26-28

Que el señor Jesús les bendiga

domingo, 30 de septiembre de 2007

Lo que Creo

Mi Creencia
1. LA BIBLIA
Nosotros creemos que la Biblia es inspirada por Dios, y es la Palabra infalible de Dios. "Toda la escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia" (II Timoteo 3:16).
La Biblia es la única y determinada autoridad dada por Dios que el hombre posee; por lo tanto, toda la doctrina, fe, la esperanza, y toda la instrucción para la iglesia debe estar basada, y armonizada con la Biblia.



Esta debe ser leída y estudiada por todos los hombres en todo lugar, y puede ser únicamente entendida por aquellos que han sido ungidos por el Espíritu Santo (I Juan 2:27). "Entendiendo primero esto, que ninguna profecía de la Escritura es de interpretación privada, porque nunca la profecía fue traída por voluntad humana, sino que los santos hombres de Dios hablaron siendo inspirados por el Espíritu Santo. “(2 Pedro 1:20,21).

2. EL UNICO Y VERDADERO DIOS
Nosotros creemos en el Único y Eterno Dios; infinito en poder, Santo en su naturaleza, atributos y propósito; y
poseedor absoluto de indivisible Deidad. Este único y verdadero Dios se ha dado a conocer a sí mismo como Padre; mediante Su Hijo, en la redención; y como el Espíritu Santo por la emanación (I Corintios 8:6; Efesios 4:6; II Corintios 5:19; Joel 2:28).
Las Escrituras hacen más que intentar probar la existencia de Dios; ésta afirma, presume y declara que el conocimiento de Dios es universal (Romanos 1:19, 21, 28, 32; 2:15). Dios es invisible, incorpóreo, sin partes, sin cuerpo, y por lo tanto liberado de todas limitaciones. El es Espíritu (Juan 4:24), y "un espíritu no tiene carne ni huesos" (Lucas 24:39).
"El primer mandamiento de todos es, Oye, Israel; El Señor nuestro Dios el Señor uno es" (Marcos 12:29;
Deuteronomio 6:4). "Un Dios y Padre de todos, el cual es sobre todos, y por todos, y en todos" (Efesios 4:6).
Antes de la encarnación, este único y verdadero Dios se manifestó a sí mismo en diversas maneras. En la encarnación, Dios se manifiesto en el hijo, quien caminó entre hombres. En su trabajo en las vidas de creyentes, El se manifiesta a sí mismo como el Espíritu Santo.

3. EL HIJO DE DIOS
El único y verdadero Dios, el Jehová del Antiguo Testamento, tomó sobre sí mismo la forma de hombre, y como el hijo de hombre, nació de la virgen Maria. Como Pablo dice: "E indiscutiblemente grande es el misterio de la piedad:
Dios fue manifestado en carne, justificado en el Espíritu, visto de los ángeles, predicado a los gentiles, creído en el mundo, recibido arriba en gloria" (I Timoteo 3:16).
"A lo suyo vino, y los suyos no le recibieron." (Juan 1:11). Este único y verdadero Dios fue manifestado en carne, que es, en su hijo Jesucristo. "Dios estaba en Cristo, reconciliando consigo al mundo, no tomándoles en cuenta a los hombres sus pecados" (II Corintios 5:19).
Nosotros creemos que, "en El (Jesús) habita corporalmente toda la plenitud de la Deidad" (Colosenses 2:9). "Por cuanto agradó al Padre que en él habitase toda plenitud" (Colosenses 1:19). Por lo tanto, Jesús en su humanidad era hombre; en su Deidad era y es Dios. Su carne era el cordero, o el sacrificio de Dios. El es el único mediador entre Dios y el hombre. "Porque hay un solo Dios y un solo mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre " (I Timoteo 2:5).
Jesús del lado de su Padre era divino, del lado de su madre, humano. Así, El fue conocido como el Hijo de Dios y también como el Hijo de hombre, o el Dios - hombre.
"Porque todas las cosas las sujetó debajo de sus pies. Y cuando dice que todas las cosas han sido sujetadas a él, claramente se exceptúa aquel que sujetó a él todas las cosas." (I Corintios 15:27) "Pero luego que todas las cosas le estén sujetas, entonces también el hijo mismo se sujetará al que le sujetó a él todas las cosas, para que Dios sea todo en todos."
(I Corintios 15:28).
"Yo soy el Alfa y Omega, el principio y fin, dice el Señor, el que es, y que era, y que ha de venir, el Todopoderoso" (Apoc. 1:8).

4. EL NOMBRE
Dios usó títulos diferentes, tal como "Dios Elohim," "Dios el Omnipotente" "El Shaddai," "Jehová", y especialmente "Señor Jehová" el redentor nombre en el Antiguo Testamento.
"Porque un niño nos es nacido, hijo nos es dado … y se llamará su nombre Admirable, Consejero, Dios Fuerte, Padre Eterno, Príncipe de Paz" (Isaías 9:6). Cuando el Hijo de Dios se nombró, esta profecía de Isaías se cumplió. "Y dará a luz un hijo, y llamarás su nombre JESUS, porque él salvará a su pueblo de sus pecados." (Mateo 1:21).

5. LA CREACION DEL HOMBRE Y SU CAIDA
En el principio Dios creó al hombre inocente, puro y santo; pero mediante el pecado de desobediencia, Adán y Eva, los primeros de la raza humana, cayeron desde su estado santo, y Dios los desterró del Edén.
De aquí en adelante por desobediencia de un hombre, el pecado entró en el mundo (Génesis 1:27, Romanos 3:23,5:12).

6. EL ARREPENTIMIENTO
El perdón de pecados se obtiene por el arrepentimiento genuino, confesando y abandonando el pecado. Nosotros somos justificados por la fe en el Señor Jesucristo (Rom. 5:1). Juan el Bautista predicó arrepentimiento, Jesús lo proclamó, y los apóstoles enfatizaron a ambos, judíos y gentiles (Hechos 2:38, 11:18, y 17:30).
La palabra "arrepentimiento" significa un cambio de actitud y propósito, cambio de corazón, cambio de mente, cambio de vida, transformación, etc. Jesús dijo. "Os digo: No; antes si no os arrepentís, todos pereceréis igualmente." (Lucas 13:3). Lucas 24:47 dice," y
que se predique en su nombre el arrepentimiento y el perdón de pecados en todas las naciones, comenzando desde Jerusalén."

7. EL BAUTISMO DE AGUA
El modo bíblico de bautismo es la inmersión, y es únicamente para esos que se han arrepentido totalmente, lejos de sus pecados y su amor por el mundo. Se debe administrar por un ministro debidamente autorizado del evangelio, en la obediencia a la Palabra de Dios, y en el nombre de nuestro Señor Jesucristo, según los Hechos de los Apóstoles 2:38, 8:16, 10:48, 19:5; así obedeciendo y cumpliendo Mateo 28:19.

8. EL BAUTISMO DEL ESPIRITU SANTO
Juan el Bautista en Mateo 3:11, dijo: "El os bautizará con el Espíritu Santo, y fuego."
Lucas nos cuenta en Hechos 2:4, "Y fueron todos llenos del Espíritu Santo, y comenzaron a hablar en otras lenguas, según el Espíritu les daba que hablasen."
Los términos "bautizar con Espíritu Santo y fuego," "llenos del Espíritu Santo," y el "el don del Espíritu Santo" todos son los términos sinónimos usados en la Biblia. Es bíblico esperar que todos reciban el don, llenura, o bautismo del Espíritu Santo con la misma señal inicial de hablar en otras lenguas.
El hablar en otras lenguas, como está registrado en Hechos 2:4, 10:46, y 19:6, y el don de lenguas, como está explicando en I Corintios, capítulos 12 y 14, es lo mismo en la esencia, pero diferente en el uso y el propósito.
El Señor, mediante el Profeta Joel, dijo: "Yo derramaré de mi Espíritu sobre toda la carne" (Joel 2:28)
Pedro cuando explica esta experiencia fenomenal, dice: "Habiendo recibido del Padre la promesa del Espíritu Santo, El [Jesús] ha derramado esto, que vosotros veis y oís" (Hechos 2:33).
Además, "Porque para vosotros es la promesa, y para vuestros hijos, para todos los que están lejos; para cuantos el Señor nuestro Dios llamare." (Hechos 2:39).

9. LA DOCTRINA FUNDAMENTAL
La doctrina básica y fundamental de esta organización será la norma Bíblica de completa salvación. Esto es
arrepentimiento, bautismo en agua por la inmersión en el nombre del Señor Jesucristo para la remisión de pecados, y el bautismo del Espíritu Santo con la señal inicial de hablar en otras lenguas como el Espíritu de que hable.
Nosotros debemos esforzarnos en guardar la unidad del Espíritu hasta que todos nosotros vengamos a la unidad de la fe, al mismo tiempo amonestando a todos los hermanos a no contender sobre los diferentes puntos de vista que puedan resultar en la desunión del cuerpo de Cristo.

10. SANIDAD DIVINA
El primer pacto que el Señor (Jehová) hizo con los hijos de Israel después de que los sacó fuera de Egipto era un pacto de sanar. El Señor dijo, "Si oyeres atentamente la voz de Jehová tu Dios, e hicieres lo recto delante de sus ojos, y dieres oído a sus mandamientos, y guardares todos sus estatutos, ninguna enfermedad de las que envié a los egipcios te enviaré a ti; porque yo soy Jehová tu sanador." (Éxodo15:26).
Nuestro Señor Jesucristo fue sobre Galilea, predicando el evangelio del Reino y sanando todas las clases de enfermedades (Mateo 4:23-24).
"Jesucristo el mismo ayer, y hoy, y por los siglos" (Hebreos 13:8).
El sacrificio del Señor Jesucristo, pagó no solamente por la salvación de nuestras almas pero también por la sanidad de nuestros cuerpos. "Por sus llaga fuimos nosotros curados" (Isaías 53:5). Mateo 8:17 dice: "El mismo tomó nuestras enfermedades, y llevó nuestras dolencias." (Vea también
I Pedro 2:24). Nosotros vemos que la sanidad divina para el cuerpo está en la expiación.
Jesús dijo de los creyentes, "Y pondrán manos sobre los enfermos, y ellos sanarán." Luego, Santiago escribió en su epístola a todas las iglesias: "¿Está alguno enfermo entre vosotros? Llame a los ancianos de la iglesia, y oren por él, ungiéndole con aceite en el nombre del Señor. Y la oración de fe salvará al enfermo, y el Señor lo levantará; y si hubiese cometido pecados le serán perdonados. Confesaos vuestras ofensas unos a otros, y orad unos por otros, para que seáis sanados. La oración eficaz del justo puede mucho." (Santiago 5:14-16).

11. LA SANTA CENA
En la noche de la traición de nuestro Señor, El comió la cena de la Pascua con sus apóstoles, después de esto El instituyó el sacramento. "Y tomó el pan, y dio gracias, y lo partió, y les dio, diciendo: Esto es mi cuerpo que por vosotros es dado; haced esto en memoria de mí. De igual manera, después que hubo cenado, tomó la copa, diciendo:
Esta copa es el nuevo pacto en mi sangre, que por vosotros es derramada." (Lucas 22:19-20).
Pablo instruyó a la iglesia como observarla (Icor. 11:23 34).
Así se instituyó el uso de pan literal y el fruto de la vid, que se participa literalmente, como emblemas de su sangre derramada y su cuerpo. Hay también una importancia espiritual y bendición en participar de la Santa Cena o Sacramento.

12. EL LAVAMIENTO DE PIES
Cuando la cena de Pascua se terminó, nosotros leemos en Juan 13:4-5, "se levantó de la cena, y se quitó su manto, y tomando una toalla, se la ciñó. Luego puso agua en un lebrillo, y comenzó a lavar los pies de los discípulos, y a enjuagarlos con la toalla con que estaba ceñido."
Jesús dijo, "Pues si yo, el Señor y el Maestro, he lavado vuestros pies; vosotros también debéis lavaros los pies los unos a los otros. Porque ejemplo os he dado, para que como yo os he hecho, vosotros también hagáis." (Juan 13:14-15)

13. LA SANTIDAD
Vivir en santidad debe caracterizar la vida de cada hijo del Señor, y nosotros deberíamos vivir según el modelo y el ejemplo dado en la Palabra de Dios. "Porque la gracia de Dios se ha manifestado para salvación a todos los hombres, enseñándonos que, renunciando a la impiedad y a los deseos mundanos, vivamos en este siglo sobria, justa y piadosamente." (Tito 2:11-12). "Pues para esto fuisteis llamados; porque también Cristo padeció por nosotros,
dejándonos ejemplo, para que sigáis sus pisadas; el cual no hizo pecado, ni se halló engaño en su boca; quien cuando le maldecían, no respondía con maldición; cuando padecía, no amenazaba, sino encomendaba la causa al que juzga justamente." (I de Pedro 2:21-23).
"Seguid la paz con todos los hombres, y la santidad, sin la cual nadie verá al Señor." (Hebreos 12:14).
"Sino, como aquel que os llamó es Santo, sed también vosotros santos en toda vuestra manera de vivir; porque escrito está: Sed santos, porque yo soy Santo. Y si invocáis por Padre a aquel que sin acepción de personas juzga según la obra de cada uno, conducíos en temor todo el tiempo de vuestra peregrinación; sabiendo que fuisteis rescatados de vuestra vana manera de vivir, la cual recibisteis de vuestros padres, no con cosas corruptibles, como oro o plata, sino con la sangre preciosa de Cristo, como de un cordero sin mancha y sin contaminación." (I Pedro 1:15-19).
Nosotros desaprobamos que nuestros miembros participen en cualquier clase de actividades, que no conducen a la buena conducta cristiana, y vida santa. Nosotros amonestamos a toda nuestra gente para que se abstengan de cualquiera de estas prácticas que no estén acordes en el progreso espiritual y la pronta venida del Señor a buscar su iglesia.

14. LA GRACIA DE DIOS
"Porque la gracia de Dios se ha manifestado para salvación a todos los hombres, enseñándonos que, renunciando a la impiedad y a los deseos mundanos, vivamos en este siglo sobria, justa y piadosamente" (Tito 2:11-12).
"Pues la ley por medio de Moisés fue dada, pero la gracia y la verdad vinieron por medio de Jesucristo "(Juan 1:17). "Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; no por obras para que nadie se gloríe." (Efesios 2:8-9).
Un cristiano debe caminar con Dios y guardarse a sí mismo en el amor de Dios (Judas 21) y en la gracia de Dios. Cuando una persona viola y peca contra Dios y no se arrepiente; esa persona eventualmente se perderá y será lanzada en el lago de fuego. (Vea Juan 15:2, 6; II Pedro 2:20 21.) Judas habla de los reincidentes de su día, y su gratificación. (Vea también Hebreos 6:4-6.)

15. LA RESTITUCION DE TODAS LAS COSAS
Nosotros comprendemos que las Escrituras enseñan acerca de "la restauración de todas las cosas, de que habló Dios por boca de sus santos profetas que han sido desde tiempo antiguo" (Hechos 3:21). Sin embargo, nosotros no podemos encontrar donde el diablo, sus ángeles, y todos los pecadores se incluyen. (Vea Apocalipsis 20:10).

16. INSTITUCIONES DE GOBIERNO HUMANO
Nosotros reconocemos que las instituciones de gobierno humano son de ordenación divina, y haciendo esto, aseguramos lealtad a nuestro Gobierno; sin embargo, nosotros tomamos una posición definitiva con respecto al levantamiento de armas o quitar la vida humana. Como seguidores del Señor Jesucristo, el Príncipe de Paz, nosotros creemos en la obediencia implícita a sus mandamientos y los preceptos que instruyen como se indica a continuación; "No resistáis al que es malo"(Mateo 5:39); "Seguid la paz con todos los hombres" (Hebreos 12:14). (Vea también Mateo 26:52; Romanos 12:19; Santiago 5:6; Apocalipsis 13:10). Nosotros creemos esto e interpretamos que esto significa que cristianos no derramarán sangre ni quitarán vida humana. Por lo tanto, nosotros proponemos que se cumplan todas las obligaciones de ciudadanos leales, pero nos limitamos de participar en el servicio combatiente de guerra, el uso de armas, la destrucción de propiedad, ayudar o instigar en la destrucción real de vida humana. Además, nosotros no podemos pertenecer a ninguna unión, boicot, u organización que obliga sus miembros a desempeñar deberes que van en contra de nuestra creencia bíblica. Nosotros tampoco recibiremos ninguna marca, sin nuestro derecho de aceptar o rechazar. Sin embargo, nosotros lamentamos la impresión falsa creada por algunos grupos que creen obedecer la Biblia no obedeciendo la ley y magistrados y siendo desleales a nuestro Gobierno. Esta actitud es tan despreciable para nosotros como para cualquier patriota. La Palabra de Dios condena que nosotros hagamos violencia en contra del hombre. También manda que nosotros ante todo oremos por todos los que gobiernan en nuestro país. Nosotros, por lo tanto, exhortamos nuestros miembros a que libremente y de buena gana respondan al llamado de nuestro Gobierno con excepción del levantamiento de armas. Cuando nosotros decimos servir, significa servir, sin importar lo difícil y peligroso que sea. La iglesia verdadera como la nación no tienen lugar para los cobardes. Ante todo, sin embargo, no dejaremos de orar seriamente para que con honor nos mantengamos fuera de guerra. Nosotros creemos que podemos ser consistentes en el servicio a nuestro Gobierno sin entrar en las capacidades combatientes, no en el levantamiento de armas. Nosotros creemos que nuestro personal militar debe vivir de una manera conforme a los Artículos de Fe.

17. LAS SOCIEDADES SECRETAS
Según la Palabra de Dios, nosotros firmemente creemos y retenemos que la gente de Dios no debe tener ninguna conexión con sociedades secretas o cualquier otra organización o cuerpo en donde hay una asociación con incrédulos, comprometidos por un juramento (Santiago 5:12; II Corintios 6:14-18).

18. EL ARREBATAMIENTO DE LOS SANTOS
Nosotros creemos que el tiempo se acerca cuando nuestro Señor aparecerá; entonces los muertos en Cristo resucitarán primero, y nosotros que estamos vivos seremos arrebatados para encontrarnos con nuestro Señor en el aire. (I Tesalonicenses 4:13-17; I Corintios 15:51-54; Filipenses 3:20-21).

19. EL CASAMIENTO Y DIVORCIO
"Y yo os digo que cualquiera que repudia a su mujer, salvo por causa de fornicación, y se casa con otra, adultera; y el que se casa con la repudiada, adultera." (Mateo 19:9). (Vea también Mateo 5:32)

20. DIEZMO
Nosotros creemos que el diezmo es el plan financiero de Dios para proveer para su obra, y ha sido desde los días de Abraham. Abraham diezmó por la fe; la ley de Moisés lo requirió, e Israel lo practicaba cuando estaba bien con Dios; Jesús lo confirmó (Mateo 23:23) y Pablo dijo que diéramos conforme Dios nos ha prosperado. No le robemos a Dios su porción, diezmos y/o ofrendas. (Lea Malaquías 3.)

21. LA SEGUNDA VENIDA DE JESUS
Jesús volverá otra vez por segunda vez en persona, así como El se fue, Jesús mismo lo enseñó claramente, y fue predicado y enseñado en la Iglesia Primitiva por los apóstoles; de aquí en adelante, los hijos de Dios hoy esperamos ansiosos este suceso glorioso (Mateo 24; Hechos 1:11, 3:19-21; I Cor.11:26; Filipences 3:20-21; I Tesalonicenses 4:14-17; Tito 2:13-14).

22. EL MILENIO
Nosotros creemos que la angustia que hay sobre la tierra hoy es el "principio de dolores" y se hará más intensa, "y será tiempo de angustia, cuál nunca fue desde que hubo gente hasta entonces" (Mateo 24:3-8; Daniel 12:1), y que el período de "tribulación" será seguido por el amanecer de un día mejor sobre la tierra y que por unos mil años allí habrá "paz sobre la tierra y buena voluntad hacia los hombres." (Vea Apocalipsis 20:1-5; Isaías 65:17-25; Mateo 5:5; Daniel 7:27.)

23. EL JUICIO FINAL
Cuando los mil años se terminen, entonces será la resurrección de todos los muertos, quienes serán presentados ante el gran trono blanco para su juicio final, y todos aquellos cuyos nombres no son encontrados escritos en el Libro de la Vida serán lanzados al lago de fuego, el cual Dios ha preparado para el diablo y sus ángeles. Satanás mismo será lanzado primero (Mateo 25:41; Apo. 20:7, 15;21:8).

24. LAS ACTIVIDADES PÚBLICAS DE ESCUELA
Nosotros desaprobamos que nuestros miembros, estudiantes que asisten a la escuela, sean obligados a participar de espectáculos, comprometiéndose en actividades en contra de su fe y creencias.
Nosotros desaprobamos que nuestros miembros estudiantes de escuela sean forzados a tomar cualquier clase en que, bajo la apariencia de clases de salud, la educación sexual sea enseñada con videos que promocionan el comportamiento anormal o antinatural.
Nosotros desaprobamos que las escuelas fuercen a nuestros miembros estudiantes a aprender o escuchar a esos quienes promocionan o abogan por actividades sexuales de cualquier tipo a excepción de que sean dentro de las obligaciones del matrimonio, relación de esposo y esposa.

25. LA MUJER EN EL MINISTERIO
A pesar del poder liberador del evangelio, en ciertos segmentos de la iglesia, a través de toda la historia, ha persistido un fuerte prejuicio contra el ministerio público de las mujeres. Algunas de las más selectas siervas de Dios, misioneras, maestras, han sido estorbadas, criticadas severamente y obstaculizadas innecesariamente. ¿Su falta intolerable? Ser "mujer."
Los discípulos de nuestro Señor "se maravillaron de que hablaba con una mujer", y todavía hay discípulos suyos que se maravillan cuando una mujer habla para El.
En Gálatas 3:28 leemos "Ya no hay judío ni griego; no hay esclavo ni libre; no hay varón ni mujer; porque todos
vosotros sois uno en Cristo Jesús." El mismo evangelio que a través de los años ha sido conducente en la liberación de muchas víctimas de la servidumbre de la esclavitud, también ha liberado a la mujer y la ha restaurado a su legítimo lugar al lado del hombre.
Nosotros creemos que la postura de ciertos líderes de la iglesia en contra de que las mujeres tengan voz pública y que ejerzan líderazgo, viola la enseñanza equilibrada de la Biblia.
Pablo permitía a las mujeres orar y profetizar en una Asamblea Local si estaban ataviadas apropiadamente
(1Cor,11:5). Profetizar significa hablar por inspiración divina. Es la declaración de la verdad de Dios, su voluntad y propósito. Un verdadero profeta, entonces, es uno que está en comunicación con Dios que es capaz de revelar su pensamiento y voluntad a otros.
Dios ha derramado su Santo Espíritu sobre sus siervos y sobre sus siervas, para hablar y edificar su iglesia, Hechos 2:17-18; Felipe el evangelista tenía cuatro hijas que profetizaban, Hechos 21:8-9; las mujeres recibieron el Espíritu Santo y profetizaron, Hechos 1:4, Hechos 2:1,4.
Pablo nos dice en 1 Corintios 10:11-12, "Pero en el Señor, ni el varón es sin la mujer, ni la mujer sin el varón; porque así como la mujer procede del varón, también el varón nace de la mujer, pero todo procede de Dios."

sábado, 8 de septiembre de 2007

Un nuevo espacio para la vida

Un afectuoso saludo en el nombre del Señor Jesucristo.

Para mi es un verdadero placer que estés invirtiendo unos minutos de tu tiempo para dar un vistaso a este espacio que tiene como finalidad compartir las buenas nuevas del evangelio de Jesús.

Estamos en los tiempos finales que menciona la Biblia, la palabra de Dios, todas las profesías que hablan acerca de los tiempos finales ya están cumplidas; una muestra de ello la compartiré por medio del video que se muestra al final del blog.


Pueden enviar sus comentarios al respecto y peticiones de oración.
Que el Señor Jesús les bendiga.
Hno. Henry A. Rojas M.

El Rapto de la Iglesia